44/38
En tiempos de guerra, un pobre leñador y su mujer viven en un gran bosque. Un día, una mujer encuentra y salva a una niña, provocando un cambio irrevocable en la vida de la pareja y de aquellos cuyo camino se cruza con la niña. Esta es la primera película de animación de Michel Hazanavicius. La Segunda Guerra Mundial es uno de los momentos más oscuros de la humanidad. Una época en la que la humanidad acababa de renunciar a la guerra gris, cuando el mundo fue testigo del alcance de la crueldad humana. Una época en la que se prometía renacimiento, redención y paz. La mano de la fe acaba de golpear a Europa de la forma monstruosa más habitual, cargando sobre ella la enorme deuda de una gran guerra y una generación perdida. El mundo se ha detenido, no por culpa de Schick, o al menos no solo por él, sino por lo que hay debajo. El futuro es aún más oscuro ante lo que hasta ahora es la mayor tragedia del mundo. Alemania estaba en ruinas, acababa de perder la guerra, la fe de su pueblo y el poder de su imperio. Se juró venganza por la humillación. Unos años después de este período notablemente oscuro, había una humilde pareja de ancianos leñadores alemanes. El hombre va a talar los árboles grandes y la mujer ata las ramas pequeñas. Ambos pasan un duro día de trabajo para llegar a una pequeña casa en medio del bosque, donde los esperan una sopa batida y un perro viejo y cansado. Una mujer nunca ha tenido un hijo por el que implora todo lo que tiene, ha abandonado a Dios o nunca ha preguntado por él. Él implora al cielo, al bosque e incluso a los dioses del tren por un tren. Y un día, los dioses del tren respondieron a sus oraciones. En ese rincón vacío del bosque, un tren avanzaba a través de la blanca nieve del invierno y llegaba lenta pero inciertamente a su temido destino. Y un día, un niño es arrojado desde un tren y es recogido cerca de una vieja casa de madera. Algo cruel para algunos, pero no para ella. Lo que sigue es una tragedia bellamente elaborada, la historia de la humanidad: la fuerza amorosa dentro de ella que construye y se sacrifica, y su lado inherentemente malvado que se venga y contraataca. La película de animación de Michel Hazanavicius toma prestado un estilo muy cómico que te lleva al corazón del bosque encantado. Con sus personajes poco convencionales y su oscura ambientación de la Segunda Guerra Mundial, es uno de los mejores éxitos de taquilla de los últimos años. Una despedida apropiada para la ilustre carrera de Jean Louis Trintignant.